Peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales

Un riesgo para la salud, el medio ambiente y la agricultura
Entre los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales están los efectos negativos en la salud de las personas, el medio ambiente y la agricultura. Estas sustancias, al no cumplir con regulaciones de seguridad, pueden contener químicos peligrosos o en concentraciones no autorizadas, lo cual incrementa significativamente el riesgo de efectos secundarios nocivos. Su uso en la agricultura para el control de plagas no solo afecta la calidad de los productos que consumimos, sino que también tiene repercusiones duraderas en el ecosistema y en la salud de quienes aplican, o están expuestos a estos productos.
Hoy en día, el mercado de productos fitosanitarios ilegales sigue creciendo, poniendo en riesgo la sostenibilidad de los cultivos y la seguridad de las personas que habitan en zonas agrícolas. El uso de estos productos puede ser visto como una “solución rápida” para enfrentar plagas y enfermedades, sin embargo, las consecuencias de emplear sustancias no reguladas son muchas y de gran impacto. Profundizaremos a continuación en los efectos de estos productos y en los riesgos fitosanitarios que su uso representa.
¿Cómo afectan los productos fitosanitarios?
Los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales, incluye el uso de plaguicidas y herbicidas, que se emplean principalmente en la agricultura para proteger los cultivos contra plagas, malezas y enfermedades. Sin embargo, estos productos pueden afectar negativamente tanto a los seres humanos, como al medio ambiente. Los productos fitosanitarios regulados tienen un uso específico y seguro, mientras que aquellos ilegales, o alegales, suelen carecer de estudios que avalen su seguridad, lo que aumenta el riesgo de efectos tóxicos.
Los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales impactan en los seres vivos depende de factores como la dosis, la frecuencia de uso y la toxicidad de los ingredientes. Cuando se utilizan productos sin regulación, el riesgo de envenenamiento por contacto, inhalación o ingestión aumenta considerablemente. Además, el uso excesivo de fitosanitarios puede contribuir a la resistencia de ciertas plagas, lo que complica aún más su erradicación y hace necesario el uso de productos aún más fuertes, en un ciclo que perjudica tanto a las personas como a los cultivos y al entorno.
¿Qué son los riesgos fitosanitarios?

Los riesgos fitosanitarios abarcan las posibles consecuencias negativas de los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales en la introducción y propagación de plagas, enfermedades y malezas en los cultivos. Estos riesgos pueden derivar en daños económicos al reducir la calidad y cantidad de los productos agrícolas, además de impactar la salud de los consumidores y la seguridad alimentaria.
En el contexto de los fitosanitarios ilegales, los riesgos aumentan debido a la falta de control sobre los compuestos químicos. Sin una evaluación adecuada, estos productos pueden contener ingredientes activos en concentraciones que superan los límites recomendados, lo que eleva la toxicidad y provoca desequilibrios en el ecosistema. También pueden ocasionar la contaminación de los suelos y las aguas, afectando la biodiversidad y la calidad del ambiente en el que se cultiva.
¿Qué riesgos para el ambiente y la salud conlleva el uso de productos fitosanitarios?
El uso irresponsable aumenta los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales, ya que tiene graves repercusiones tanto en el ambiente como en la salud humana. En términos ambientales, estos productos pueden provocar la contaminación de ríos, suelos y cuerpos de agua subterráneos. Los químicos pueden permanecer en el ambiente durante largos periodos, afectando la fauna y flora y alterando los ecosistemas de manera irreversible.
En el ámbito de la salud, las personas expuestas a estos productos, como los trabajadores agrícolas, corren un mayor riesgo de padecer problemas respiratorios, de piel y enfermedades neurológicas a largo plazo. Incluso aquellos que no están directamente involucrados en la aplicación de estos químicos pueden sufrir consecuencias si están en contacto con cultivos, o agua contaminada. La ingesta de alimentos con residuos de fitosanitarios también supone un peligro para los consumidores, que pueden estar expuestos a toxinas que provocan efectos acumulativos en su salud.
¿Qué recomendaciones y precauciones se deben tener en cuenta en el uso de productos fitosanitarios?
Para reducir los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales, es fundamental seguir buenas prácticas en su manipulación y aplicación. Primero, es importante utilizar únicamente productos autorizados por las autoridades sanitarias y agrícolas, ya que estos han pasado por evaluaciones de seguridad. Las etiquetas deben leerse cuidadosamente para asegurar un uso adecuado y evitar sobredosificaciones.
Además, se debe emplear el equipo de protección personal necesario, como guantes, mascarillas y ropa adecuada, para minimizar el contacto directo con los químicos. Una correcta capacitación de los trabajadores también es esencial para entender los riesgos y saber cómo actuar en caso de exposición accidental. La rotación de cultivos y el uso de métodos de control biológico son otras estrategias que pueden ayudar a reducir la dependencia de los fitosanitarios y, con ello, los riesgos asociados a su uso.
¿Cómo afecta la fumigación a las personas?
La fumigación de cultivos con fitosanitarios puede aumentar los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales en las personas expuestas, especialmente en quienes realizan estas labores. Durante el proceso de aplicación, los trabajadores agrícolas están expuestos a concentraciones elevadas de sustancias químicas que pueden provocar desde irritaciones leves hasta efectos graves como envenenamiento y enfermedades crónicas.
Los productos fitosanitarios ilegales, al no contar con las regulaciones adecuadas, suelen ser más tóxicos y persistentes, lo que eleva los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales por sus daños a la salud. Además, quienes viven cerca de áreas agrícolas también pueden verse afectados por la deriva de los pesticidas, es decir, cuando estos químicos se dispersan en el aire y contaminan zonas aledañas, incluyendo fuentes de agua y viviendas cercanas.
¿Qué daños causan los plaguicidas en la salud humana?
Los plaguicidas, al ser neurotóxicos y bioacumulativos, tienen un gran potencial para causar enfermedades crónicas en las personas expuestas. La exposición prolongada puede tener grandes peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales al resultar en enfermedades respiratorias, cáncer y trastornos hormonales. En casos de contacto frecuente o ingestión accidental, se han documentado problemas neurológicos, daños hepáticos y renales, y trastornos inmunológicos.
Los efectos nocivos de los plaguicidas no se limitan solo a quienes trabajan en la agricultura; los consumidores también corren riesgos al ingerir productos contaminados. Si bien la mayoría de los países establece límites máximos de residuos en los alimentos, los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales escapan de estos controles, incrementando la probabilidad de consumo de residuos tóxicos.

Peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales en la agricultura
Los peligros de usar sustancias fitosanitarias, alegales o ilegales en la agricultura representan una amenaza a la seguridad alimentaria y al bienestar general de la población. Estos productos, al no estar registrados, pueden contener sustancias prohibidas o en cantidades peligrosas. La agricultura depende de prácticas sostenibles para asegurar la producción de alimentos de calidad, y el uso de productos ilegales va en contra de este objetivo, poniendo en riesgo la viabilidad de los cultivos a largo plazo y la integridad del suelo y el agua.
Por eso, el empleo de sustancias fitosanitarias ilegales o alegales conlleva graves consecuencias que afectan tanto la salud humana como el equilibrio ecológico. Conseguir alternativas como las que ofrece Biocaptur es fundamental para proteger la biodiversidad y asegurar un futuro sostenible en la agricultura, para el medio ambiente y los seres humanos.